lunes, 16 de enero de 2012

Nuestro Patrón

La ermita de San Sebastián está ubicada en el barrio al que da nombre. Desde el año 1578, dedicada al Patrón de la ciudad. La ermita sufrió daños durante la Guerra Civil, en la que fue usada como cárcel. La imagen del titular fue destruida. En 1943 Junta Directiva de la Hermandad repuso la imagen, la que hoy se puede contemplar en su interior.

Este Patronazgo abunda en los tiempos de Don Juan de Austria, del que consta era muy devoto de este Santo, que muró Mártir romano, como "defensor de la Iglesia".

Lo más importante y llamativo de esta fiesta es la forma de procesionarlo; el primer día de fiesta se lleva desde la Ermita al Templo Parroquial y a su paso se le echan sus primeros roscos de pan de las fiestas; ya en el día 20 de enero se procesiona por las principales calles del pueblo echándole fruto de las promesas gran cantidad de roscos, la procesión debido a esta lluvia de roscos puede llegar a durar tres o cuatro horas, después de la procesión sigue la Misa y luego la Junta Directiva de la Hermandad ofrece un vaso de vino español, a los Mayordomos y hombres de Tíjola. El último día de fiesta se lleva el Patrón a su Ermita, también se le echan roscos y se acompaña con música de pasodobles y festivas.
Estas fiestas son más del pueblo; pues en principio dependieron de los gremios de peñas (la más ejemplar la de los Jiménez carpinteros) son fiestas más lúcidas y festivas que religiosas. El hecho de que sean organizadas por y para el pueblo ha hecho que personas ligadas a la fiesta y el propio Ayuntamiento tomen un papel relevante para celebrar el día del Patrón de la Ciudad.